Para mí recibir un premio a la trayectoria tiene una parte buena porque significa que algo debo haber hecho bien artísticamente durante todos estos años y una no tan buena porque significa que me he hecho mayor.
Pero lo que está claro es que un premio a la trayectoria ayuda a hacer más llevadera la indiferencia institucional-nacional que sufrimos algunos artistas que hemos sido reconocidos internacionalmente.
Dice Antonio Gala: "que un pueblo se reconozca en un modo de arte es el camino más breve de otorgarle la inmortalidad".